En el mundo profesional, enfocarse en resultados es una tendencia que fomenta la disciplina y constancia y, por ende, incrementa la calidad del trabajo y el uso eficiente de recursos.
Es evidente que el enfoque a resultados positivos permite medir la eficiencia de una manera objetiva y tangible, pero los resultados negativos son, en realidad, los que están presentes la mayor parte del tiempo. Comúnmente, a partir de ellos tendemos a construir planes que nos lleven a mejores resultados.
Este acercamiento al análisis y a la toma de decisiones enfocándonos de lo malo a lo bueno y de lo improductivo a lo productivo, puede funcionar para mejorar ciertas situaciones, pero, de acuerdo con estudios psicológicos, no funciona tan bien cuando de mejorar las habilidades de los colaboradores se trata.
Si se desea desarrollar las habilidades de cualquier persona es mucho mejor enfocarse en identificar las fortalezas con las que ya cuenta y, a partir de éstas, invitarlo a trabajar en sus áreas de oportunidad. Por ejemplo, si nos parece importante que un ejecutivo cuente con más razonamiento lógico y sabemos que sus fortalezas están en la planeación, no será muy útil recalcar en cada junta su incapacidad para analizar o inhibirlo cada vez que quiere profundizar en una idea, pero definitivamente será de gran ayuda apoyarnos en su habilidad de planeación para que, mediante datos, mapas, tablas, cuadros, etc. pueda dedicar el tiempo a ahondar y analizar la información, siendo así como, a través de una fortaleza será más efectivo trabajar en las debilidades.
¿Y qué pasaría si un colaborador tiene dificultades para ser asertivo y empático, pero posee una gran fortaleza para comprometerse y motivarse? Podríamos utilizar estas fortalezas como palancas de desarrollo e invitarlo para que a través de un compromiso serio, planeado y enfocado trabaje con motivación en acercarse cada vez más a una mejora de sus relaciones interpersonales.
Las fortalezas con las que contamos son como columnas sólidas que nos apoyan para construir nuevos cimientos, por ello es importante que las conozcamos y las utilicemos para el desarrollo y mejora de lo que haga falta.
Enfocarse en las debilidades para desarrollarlas es un trabajo arduo, especialmente en los adultos, pero, cuando la aproximación para tener mejores colaboradores es sobre las fortalezas, todo fluye mejor y con mayor eficiencia.
¿Cómo identificar las habilidades de mis colaboradores?
Existen pruebas psicométricas en el mercado para evaluar tanto las habilidades intelectuales como las emocionales y, a través de ellas poder medir el nivel de cumplimiento de la persona con cierto perfil y así, ubicar a la persona correcta en el puesto adecuado.
Property es una agencia de Relaciones Públicas que se especializa en la elaboración, planeación y ejecución de planes de comunicación estratégica.