Maserati es una marca legendaria, comenzó su andar a principios del siglo XX en Italia, gracias a la dedicación de los hermanos Maserati, una suerte de genios de su época que apostaron por el desarrollo y comercialización de autos deportivos como forma de vida para satisfacer sus deseos de velocidad. Una visión que años más tarde encontraría en México un gran aliado.
Los primeros monoplaza de carrera de los hermanos Maserati impresionaron rápidamente al mundo gracias a su potencia y belleza, destaca por ejemplo, el mítico Maserati Tipo V4 de 16 cilindros, que obtuvo el reconocimiento del auto más rápido del mundo en 1929 al lograr una velocidad máxima de 246 km/h, pilotado por el italiano (y héroe local) Mario Umberto Borzacchini.
Otro gran ejemplo de velocidad y belleza unificada es sin duda el Maserati 8CTF, un poderoso deportivo con motor V8 que alcanzaba los 290 km/h de velocidad punta, un cohete sobre ruedas con el que el piloto estadounidense Warren Wilbur Shaw logró conquistar las 500 Millas de Indianápolis en 1937, 1939 y 1940.
La leyenda de Maserati, como bien observamos, fue adquiriendo rápidamente más y más reconocimiento, encontrando en 1954 y 1957, dos de sus años más memorables gracias a los títulos mundiales de F1 conseguidos por el legendario piloto argentino Juan Manuel Fangio a bordo del icónico Maserati 250F, un monoplaza que en su última actualización, montó un poderoso bloque V12 que generaba una velocidad máxima de 315 km/h.
Las hazañas marcadas por la velocidad de Mario Umberto Borzacchini, Warren Wilbur Shaw y Juan Manuel Fangio colocaron rápidamente a la marca italiana en el centro del mundo de las carreras de autos, tal fue el impacto e influencia generados, que pilotos de todo el mundo buscaban ingresar a las filas de Maserati para convertirse en campeones. Pero se necesitaba talento y fortuna para vestirse con la firma del tridente.
Uno de esos afortunados fue el talentoso volante mexicano Pedro Rodríguez de la Vega, quien conquistó el Gran Premio de Sudáfrica a bordo de un Cooper-Maserati, lo que significó uno de los grandes hitos en la historia del automovilismo mexicano, además de la última victoria para un monoplaza Maserati en la F1.
Esta relación Maserati-México se estrechó aún más con la participación de la firma italiana en varias ediciones de La Carrera Panamericana, pero sobre todo, con la llegada del codiciado modelo para calle denominado Maserati México, un poderoso GT con motor V8, nombrado así, en honor al expresidente de México de 1958 a 1964, Adolfo López Mateos.
Este exclusivo vehículo no fue la excepción en términos de rendimiento ya que durante su tiempo de producción (1966-1972) reclamó en varias ocasiones el título de auto más veloz del mundo con una velocidad máxima de 255 km/h.
Pese a que Maserati se mantuvo activa en el mundo de la competición gracias a vehículos como el GranSport GT3, Gran Turismo MC GT3 y el multipremiado MC12 GT1, no fue hasta 2023 que la marca del tridente decidió volver a las carreras de monoplazas, específicamente a la Fórmula E, uno de los campeonatos de la FIA más innovadores y competitivos.
Una de las figuras fundamentales para entender esta nueva era de Maserati en la Fórmula E es Giovanni Tommaso Sgro, responsable de Maserati Corse, quien en entrevista exclusiva para De Cero a 100, demostró que tiene claro el presente y pasado de Maserati, una firma con más de 100 años de legado deportivo:
El Maserati Tipo Folgore Gen3, nombre del monoplaza del equipo italiano para competir en la Fórmula E, no solo es una cara bonita pintada de un vibrante color azul, ya demostró ser uno de los vehículos más rápidos en los entrenamientos de pretemporada y en su debut, durante el E-Prix de la Ciudad de México, rozando la barrera de los 322 km/h.
Giovanni Tommaso Sgro, que anteriormente desempeñó papeles importantes en empresas internacionales como Nascar y Diageo, tiene claro que los resultados estarán de su lado:
“Maserati viene a aportar credibilidad a la Fórmula E y en ese camino agregar valor a cada uno de los equipos de la parrilla. En este campeonato tenemos la posibilidad de mostrar nuestra competitividad en pista”.
Cabe resaltar que Maserati es la primera marca de autos italiana en ingresar a la Fórmula E, algo que Giovanni Tommaso Sgro ve como:
“Una gran oportunidad, pero sobre todo, como un gran placer”.
Como en todo equipo de competición, el papel de los patrocinadores es fundamental para alcanzar los objetivos planteados, es por eso, que para la primera temporada de Maserati en Fórmula E, se anunció en México a Grupo Stoli como uno de los patrocinadores más importantes de la escudería, junto a Hewlett Packard Enterprise y Lukka, quienes en conjunto buscarán generar las mejores condiciones para brindar soporte a este equipo de carreras.
En entrevista exclusiva para De Cero a 100, durante el E-Prix de la Ciudad de México, Marcelo Salinas Portillo, líder de mercadotecnia regional para LATAM de Grupo Stoli, aseguró que esta oportunidad es un renacimiento para ambas marcas:
“Ellos tienen valores y misiones muy similares a las de nosotros, tenemos un compromiso por el medio ambiente, somos una compañía muy enfocada en la inclusión y ambos tenemos campañas muy fuertes de responsabilidad social. Es una relación muy orgánica, vamos a crecer juntos. Somos dos marcas icónicas que se complementan bastante bien”.
Una visión 100% alineada con la Fórmula E que se mira así misma como una categoría que promueve la movilidad sostenible, que intenta dar a conocer masivamente las ventajas de los vehículos eléctricos y que lucha por ganar la carrera más importante hacia un futuro mejor y más limpio.
Maserati y México, una vez más, creando historia juntos por amor a la velocidad. ¡Salud por eso!
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