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Descendencia sefardí puede dar a mexicanos la nacionalidad portuguesa

El año de 1492 no solo marcó el descubrimiento de América, sino también la expulsión de los judíos sefardíes de tierras hispánicas y, posteriormente, de Portugal.

Este gran acontecimiento fue de gran importancia para la Península Ibérica, al punto que hoy, más de 500 años después, sigue teniendo repercusiones. Los Gobiernos de España y Portugal han querido enmendar este denominado “error histórico” mediante la promoción de su nacionalidad a los descendientes de aquellos judíos sefardís que huyeron de la Península Ibérica a distintos lugares del mundo, incluyendo México.

Por su parte, España ha mantenido abierta la posibilidad de solicitar la nacionalidad por esta vía hasta el pasado octubre de 2019, permitiendo finalizarlo durante el año 2021. Más de 30 mil mexicanos la solicitaron en este plazo.

En cuanto a Portugal, bajo el Decreto Ley nº30-A/2015, aún mantiene el proceso a la luz y aún brinda a los mexicanos la oportunidad de obtener la nacionalidad al demostrar su ascendencia judiosefardita. Un pasaporte que permite el acceso a toda la Unión Europea y de aquí su atractivo.

 

¿CÓMO ES EL PROCESO?

Stratego Abogados, firma madrileña especializada en temas de extranjería, comparte que para solicitar la nacionalidad portuguesa, la persona debe tener más 18 años y probar su condición de descendiente de los sefardíes originarios de España o Portugal.

Para esto, deberá solicitar un certificado a las comunidades judías de dicho país (ya sea la de Oporto o Lisboa).

Es importante destacar que, si la persona es judía, las pruebas que pueden acreditar el origen sefardí suelen ser las actas de nacimiento, actas de matrimonio o documentos de inmigración de sus antepasados al país de acogida indicando la religión del inmigrante.

Pero si el usuario no es judío, será necesario tanto un árbol genealógico como un informe genealógico del interesado (con aportación del mayor número de partidas de nacimiento, matrimonio, defunción, partidas de bautismo) todo ello, con el fin de conectarle con un antepasado que fuera converso sefardí de manera clara.

Una vez que obtenga el certificado de origen sefardí, hay que formalizar la solicitud de la nacionalidad portuguesa presentándola en las oficinas del Registro Civil del Ministerio de Justicia de Portugal.

Para este trámite es posible apoyarse en un abogado para que realice la solicitud ante el Ministerio. A partir de aquí, en aproximadamente 24 meses se resolverá la concesión o denegación de la nacionalidad portuguesa.

En cuanto a los beneficios que trae consigo este trámite (a diferencia de la española) la persona no tendrá que viajar a Portugal, no tendrá que realizar exámenes de idioma o conocimientos y, por supuesto, no tendrá que renunciar a la nacionalidad actual.

Adicionalmente, al ser concedido con la nacionalidad, el usuario obtendrá el derecho a residir y trabajar en cualquier país de la Unión Europea (extensible a los cónyuges e hijos dependientes), hacer cursos de grado o postgrado en universidades europeas, obtendrá el derecho a Sanidad Pública en casos de urgencia.

“Aunque es un proceso en el cual hay que invertir dinero y tiempo, el hecho de obtener la nacionalidad portuguesa les brindará a los mexicanos un gran abanico de oportunidades. Además de poder viajar, residir o trabajar en cualquier país europeo, hay que tener en cuenta que el portugués es uno de los pasaportes más poderosos del mundo y da acceso muchos otros países”, agrega Rubén Mañanes, director de la firma de abogados madrileña, Stratego Abogados.